Mírame con fijeza,
desde el rincón de tu alcoba
siente el olor que de mi piel emana,
satura tus sentidos de ansias.
Percibe mi viril ardor,
hembra de ardiente sentir,
clama por el placer,
pues bien amada has de ser.
Recorre todo mi cuerpo,
solo con tu mirada,
deléitate mi dulce flor,
pues tu flor es anhelada.
Como corriente se desliza,
el deseo de amarte toda,
para desbordar en tu ser,
la salvia que se derrama.
Demuestra a quien te ama,
que amar puedes sin cesar,
solo no impidas que te lleve,
a la gloria sin altar.
La dulzura de esta
vida,
es amar sin prohibiciones ,
por el ser que a tu lado,
apuesta al amor sin razones.
Joel Paz
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