Siempre hemos escuchado que
el optimismo es un factor de suma importancia en nuestra búsqueda por alcanzar el éxito. Y
pueden estar seguros que es así. Las personas optimistas tienen muy claro que
dejarse envolver por los problemas y las depresiones solo les causará
sufrimiento, esto no significa que sean inmunes a los problemas y dificultades,
solo que cuando desarrollan esa capacidad de ser optimistas adquieren una
especie de escudo protector que los ayuda a atenuar el impacto de los
conflictos que se presentan en la vida y así sobrellevar el desasosiego que
estos puedan causar.
Ser optimista nos ayuda,
incluso, a padecer menos enfermedades tanto físicas como emocionales, el
optimismo es un valor maravilloso que nos ayuda a subsanar los efectos dañinos
que las dificultades pueden ejercen sobre nuestra salud. Ser optimistas nos
permite fijar metas, tener sueños, trabajar por alcanzar el éxito, si mis amigos, nos mantiene motivados y
orientados hacia el logro de nuestras metas.
El optimismo es el enemigo
número uno del pesimismo. Las personas optimistas afrontan las situaciones
problemáticas con actitudes orientadas a la resolución favorable de los
conflictos. El pesimista trata de escapar, se hace el desentendido, permitiendo
que las dificultades que se presentan en su vida, nunca encuentren un camino
hacia su solución. Ser optimista es fijar metas y hacer planes para dar los
pasos necesarios en la búsqueda de un orden perfecto para sus vidas. Y cuando
digo perfecto, no me refiero a la perfección Divina, si no a una vida vivida en
armonía.
Una persona pesimista, no se
siente contento consigo mismo ni con el entorno, aunque esta no sea negativa,
no piensa con claridad, duda de sus propias capacidades, crea barreras
emocionales, que le coartan cualquier esfuerzo que haga por cambiar, no le
permite buscar opciones para salir de esas situaciones incomodas y poco sanas.
Una persona optimista
piensa, genera ideas, busca herramientas que pueda usar para atravesar aquello
que le bloquea el camino. Y así encaminarse a alcanzar una vida más
satisfactoria y llena de recompensas.
Una
vez que tenemos claro lo que significa el optimismo en nuestras vidas y sus
efectos positivos, podremos entender exactamente qué significa soñar con el
éxito y trabajar por alcanzarlo. Es imposible negar la dicha que siente una
persona optimista, ignorar su felicidad, esas personas son ejemplo, siempre y
cuando queramos verlas así, y no nos resistamos a reconocer que también
nosotros poseemos esa capacidad, aceptar que si queremos, podemos. Ese será el
primer paso para liberarnos de ese obstáculo, que no nos deja avanzar, para
comenzar a transitar el camino hacia nuestra superación personal.
Todos
alguna vez en la vida, sin excepción, nos estancamos, si todos, piensen en
ello, ese no es el fin, es recomenzar, retomar el camino desde donde nos
estancamos y seguir adelante, entonces piensen en toda esa gente cuyas vidas
parecen estar llenas de satisfacciones, gente que posee y hace todo lo que
quiere. ¿Ustedes creen que ellos nunca tuvieron momentos de desdicha, de tristeza,
de duda? ¿Creen que nunca se sintieron inseguros?, ¿Creen que no tuvieron que
enfrentar obstáculos que les impedían el paso hacia el éxito? ¿Creen que nunca
han perdido un ser amado? Por supuesto que si, la diferencia es que jamás se
rindieron, sabían lo que querían y estaban convencidos que a pesar de cualquier
circunstancia adversa, ellos podían lograrlo.
Nunca
se salieron de la senda, ni permitieron que se hundieran en el abismo pantanoso
de la desdicha. Vamos a estar claros, cualquier elección o cambio que tengamos
que hacer en nuestras vidas traen consigo alguna dosis de incertidumbre, miedo
al riesgo del fracaso, pero eso jamás podrá ser más fuerte que la decisión por
seguir adelante. Las personas optimistas, siempre están dispuestas a comenzar
de nuevo, si así fuera el caso, y muchas veces con más fuerza e ímpetu que la
vez anterior.
Una
persona optimista siempre piensa positivamente. Sus pensamientos y
conversaciones están colmadas de frases como: si puedo, mis estrategias si van
a funcionar, siempre hay una alternativa para salir adelante.
Una
persona optimista tiene una estima muy alta sobre sí mismo, piensa que es
inteligente y capaz, que es fuerte y creativo, se siente valioso y capacitado para
obtener lo que quiere.
Una
persona optimista no se siente minimizado por la situación, ni se consuela a sí
mismo para convencerse que no puede cambiar, nunca se justifica diciendo que
hay personas que están peor, es agradecido con la vida por lo que tiene pero
quiere seguir adelante, porque puede lograr y dar más. Una persona optimista,
no anda pensando en soluciones mágicas, ni anda pensando que si ganase la
lotería podría resolver todos sus problemas, ni pensando en vivencias dolorosas
de su pasado que lo estancan, se centra en su presente y fija sus objetivos en
posibilidades reales y metas alcanzables.
No
pierde tiempo y energía en preocuparse por los problemas. Busca opciones
que lo ayuden a superarlos. Revisa cuidadosamente cada posibilidad que haya. Conspira
para salir adelante. Siempre mira hacia todos lados en busca de soluciones. No
se deja atrapar por los pensamientos que le generen energías negativas que le
impidan la posibilidad de cambiar. Es cuidadoso, de no permitir que el
pesimismo se convierta en parte de su forma de vida.
Una
persona optimista nunca deshace sus maletas si ya decidió emprender un viaje,
ni sus esperanzas se pierden con la primera tempestad que tenga que enfrentar.
El miedo no le hace detenerse y preguntarse si quiere seguir adelante, siempre
está preparado para afrontar cualquier obstáculo que humanamente se le pueda
presentar. Ve la vida como un gran viaje que debe ser hecho con todo el coraje
y disposición para que sea exitoso. Ninguna barrera le hace perder el camino,
siempre las confronta y se sobrepone a ellas para continuar caminando y
conseguir su propósito.
Una
persona optimista siempre consigue alternativas, es capaz de tomar decisiones y
siempre tiene un plan para seguir adelante, sabe lo que quiere en verdad, no se
deja confundir, tiene un sentido claro de lo que debe valorar y tiene una
visión muy definida que lo mueve a cumplir sus metas. Reconoce que no es
perfecto y que obstáculos ha de conseguir en el camino, pero en su mente tiene
muy claro lo que quiere alcanzar.
Una
persona optimista no se encierra en sí misma, si necesita buscar ayuda, la
busca, pide apoyo a quienes sean cercanos o a quienes puedan favorecerlo en su
tránsito, la cooperación es fundamental para conseguir llegar a su objetivo, se
hace de un equipo de trabajo, si es necesario. Su voluntad no se doblega, actúa
según sus sueños y deseos y siempre reúne la energía que necesita para
mantenerse en el camino y llegar a su destino.
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